31 de agosto de 2018
PRESUPUESTO 2018
Entre ejecución y ampliación
Durante el primer semestre, el Gobierno porteño no alcanzó a gastar el porcentaje ideal de la partida presupuestaria para este año, pero estuvo cerca. Con importantes áreas subejecutadas, amplió su presupuesto un diez por ciento para el pago de intereses de deuda.

El plan de austeridad anunciado por el jefe de Gobierno porteño a fines del 2017 se notó en las cifras oficiales de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta en el tercer año al frente de la Ciudad. En el primer semestre de 2018, los resultados de la ejecución presupuestaria arrojan números balanceados, ya que se lleva gastado el 46 por ciento de lo estimado para todo el año. Una buena cifra si se compara con ejecuciones anteriores. Por caso, en el mismo período de 2017 sólo se ejecutó un 41,83 por ciento.
De todos modos, y pese a que el Ejecutivo capitalino sigue ahorrando dinero y los gastos de la Ciudad no están desbordados, llamó la atención que recurriera a una apliación del Presupuesto de un 10 por ciento ($23.500.252.050). La extensión solicitada por el mandatario porteño serviría entonces para costear los compromismos de deuda que debe afrontar en el segundo semestre.
La recaudación en las arcas de CABA está por encima del cincuenta por ciento (51,4%), y ese punto por arriba de la mitad estipulada le sirvió al Ejecutivo para solicitar la ampliación del Presupuesto. El principal motivo de la solicitud de contar con más recusrsos disponibles es el pago de los intereses de deuda, que aumentaron 50 puntos y son en dólares.
Mariana Rivolta, investigadora del Instituto de Pensamiento Político y Políticas Públicas (IPPyPP), que dirige el economista Claudio Lozano, afirma que “la ampliación del Presupuesto de la Ciudad es poca, y uno empieza a pensar en por qué lo están haciendo, porque no se está desbordando el gasto. Pero con esta ampliación, entre líneas se puede leer que la solicitaron para gastar en intereses de deuda. Y esto no sucede porque el gasto corriente esté por encima, sino (que la apliación es) porque van a venir recursos de más (a partir de la suba recaudatoria)”.En ese sentido Rivolta, se pregunta: “¿Qué hace el Gobierno porteño con esos recursos que le están sobrando? Se aseguran una buena proporción de ese dinero al pago de intereses”.
La investigadora cree que se volcará la mitad de la ampliación presupuestaria a los servicios de deuda, cuando el Gobierno asevera que usará sólo el 20 por ciento. En cuanto a la recaudación, de acá a fin de año esperan que “esté por encima de lo esperado”, de acuerdo a lo indicado a Qué desde el Ejecutivo.
En las arcas porteñas, conscientes de que la inflación se disparó y que, posiblemente, no ceda hacia fin de año, reacomodan los gastos que, saben, aumentarán. Entre ellos los intereses de la deuda, que se deben pagar sí o sí.
“En este caso, como el Gobierno está justificando el gasto con recursos que son todos tributarios, más que pedir una ampliación es pedir que se sumen al Presupuesto los recursos que están previendo que vienen por encima del mismo”, explicaron desde el organismo conducido por el economista opositor Claudio Lozano.
La vicepresidenta de la comisión de Presupuesto en la Legislatura porteña, María Rosa Muiños, explicó que el proyecto enviado por el Ejecutivo sobre la ampliación resupuestaria, y aprobado en el Palacio capitalino, “representa el 10,5% del total del Presupuesto 2018; es casi el doble de la ampliación del año pasado y la mayor presentada en los últimos años. Sin embargo, a pesar de eso, sólo el 5,98% de ella se destinará a salarios”.
Para Carlos Tomada, exministro de Trabajo de la Nación y actual jefe del bloque Unidad Ciudadana en la Legislatura porteña, con la publicación del informe de ejecución presupuestaria del primer semestre en 2018 “se ve claramente que el ajuste ya llegó a la Ciudad de Buenos Aires, y es especial-mente duro en políticas sociales y obras de infraestructura”.
Hecha la ley hecha la trampa
Un dato no menor de la ampliación es que “si los recursos no terminaran aumentando ese 10 por ciento en que se amplió el Presupuesto, la autorización para gastar 50 por ciento más en intereses de deuda rige igual, de manera que se podrían restar recursos de otras partidas para pagar intereses. Esto ya pasó en otras ampliaciones”, explica la economista Mariana Rivolta. Además señala que “quien soporta la car-ga del ajuste y de la austeridad porteña es el gasto salarial que sólo aumenta un seis por ciento. El oficialismo justifica que la inflación resultó muy por encima de la prevista, y por eso aumentan los recursos”.