Los números del ajuste

La Ciudad ya sabe cuál será el recorte que tendrá el Presupuesto porteño el año que viene: se trata de $6.500 millones, según los valores de 2018. Esa cifra se indexará cuando desde el Gobierno nacional terminen de establecer cuál será la expectativa de inflación para el 2019. Con ese número se terminará de cerrar el precio nominal del ajuste.
 

El escenario para la Ciudad terminó siendo el más favorable en los cálculos iniciales del ministro de Hacienda y Finanzas, Martín Mura. Si se tiene en mente que las normativas presupuestarias se barajan con una inflación del 35% (aunque esto puede cambiar), en términos nominales, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, tendrá que absorber $8.775 millones. “En un Presupuesto de más de $300.000 millones, no es casi nada”, explican fuentes gubernamentales.

A diferencia de la provincia de Buenos Aires, la Ciudad no cuenta con partidas presupuestarias extra, como es el caso del Fondo del Conurbano; por ello es que durante las discusiones entre ministros de Hacienda/Economía provinciales con las autoridades nacionales fue el propio Mura quien remarcó que el ajuste tiene que hacerse sobre los márgenes de lo que cada uno recibe por coparticipación, y no por lo que aporta.
 

La Ciudad otorga el 25% de la recaudación que se genera por la coparticipación, pero recibe el 5,7%; de allí la postura. Sin embargo, la pregunta en el aire es de dónde saldrán esos casi $9.000 millones para el año que viene.

En el esquema que se encuentra en debate en el Palacio de Hacienda se considera que con una reducción de tres puntos porcentuales en los gastos de capital, es decir, en obras de infraestructura, se podría llegar tranquilamente a cubrir ese monto.
 

“Estamos muy por encima de la media nacional y casi sin proyectos grandes a punto de lanzarse; nos da margen para analizar bien”, explican en Uspallata. En las cuentas actuales de la Ciudad, como sucedió en las de 2016 y 2017, hay un 30% del Presupuesto destinado a dicho rubro. Ese porcentaje, a su vez, se financia con ingresos propios, ya que casi no hay obras de la Nación.
 

Asimismo, en el entorno de Rodríguez Larreta también festejan un poco la baja del gasto de capital, ya que la velocidad que se les imprimió a algunas obras hicieron que los tiempos para buscar el financiamiento sean más cortos. Así sucedió con el Tiro Federal, en donde, para poder hacerse de efectivo para cubrir más rápido ciertas obras y con una crisis de contexto, se decidió venderlo con financiamiento (con intereses), para que resulte más atractivo.

 

 

La deuda, mirada de reojo

 

“Se va a ir a buscar crédito solamente si las tasas son favorables. Son obras que salen cerca de $3.000 millones, y a ese monto te podés endeudar a un 5% como máximo, no a 8 o 9%, como me pedirían, de mínima, ahora”, explicó una alta fuente oficial. Sin embargo, no todo es color de rosa.

Si bien la Ciudad tiene la calificación más alta para sus bonos entre el res-to de las provincias, el monto de la deuda a pagar comienza a ser visto con atención por el Gobierno.

Lo que sí tiene, a diferencia del resto, es que desde este año predominaron las colocaciones en pesos, con lo que la devaluación ayudó también a licuar la deuda.

 

Negociación: La reapertura de los municipales

 

Después de que se terminó con el cálculo macroeconómico de Nación, la Ciudad comienza con la reapertura paritaria con los empleados municipales. La idea es que sea una negociación dinámica y rápida, como sucedió a principio de año. El objetivo central es llevarla al 25%. Para eso se sentarán a negociar con el titular del gremio, Amadeo Genta; pero se da por descontado que las charlas llegarán a buen puerto. Por otro lado, para los docentes, la negociación sigue siendo incierta, y todo indica que el conflicto continuará extendiéndose.

 

 

La que más impuestos bajó

 

En las planillas del Ministerio de Hacienda de la Nación figura que la Ciudad encabeza el ranking de mayor reducción de Ingresos Brutos, con el 9,9%. A eso se le suma que se trata de la jurisdicción en donde dicho gravamen tiene mayor impacto en la masa de recursos recaudados. Casi el 50% de lo que entró en las arcas públicas se debe a Ingresos Brutos. Para graficar, sólo en 2018, ese tributo representa $123.822.204.383; la cifra tiene incluida la ampliación presupuestaria que se aprobó en agosto.