En los fundamentos, la iniciativa de Horacio Rodríguez Larreta expresa que “el ostensible incremento que se ha registrado en el último año en el valor de los automóviles cero kilómetro o sin uso, lo cual ha implicado una notoria reducción en el nivel de ventas y, consecuentemente, en el nivel de actividad en la industria automotriz” y sentenció en que “resulta evidente el carácter decisivo que posee el desarrollo de la industria automotriz sobre diversas actividades industriales y no industriales vinculadas a la misma, así como sobre la economía en su conjunto”. Si bien la normativa proponía plazos ajustados, sorprendió la velocidad con la que fue tratada la misma dado que el expediente ingresó este lunes a la Legislatura porteña y el miércoles ya había sido despachado por la Comisión de Presupuesto que preside la oficialista Paula Villalba (VJ). Cabe destacar que la urgencia en su tratamiento se debió a la necesidad de subsanar la crisis que atraviesa el sector, dado que de acuerdo a datos consignados por la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) la producción nacional de vehículos de mayo fue de 30.280 unidades, lo que significa un desplome del 35% en relación al mismo mes pero del 2018. Al mismo tiempo que las ventas en concesionarias tuvieron una merma del 63%. Mientras que según informó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), los patentamientos cayeron un 56% durante el mismo periodo. |