Según la ONG, el propio GCBA reconoce que el costo real de la canasta, a precio minorista, no supera los $750. "Algo que venimos afirmando hace dos meses. El resto se va en costos de distribución, de mano de obra y en ganancias de las empresas", afirman y agregan que las 19 empresas concesionarias que desde hace 30 años lucran con la comida de los estudiantes, son las que se quedan con el resto del dinero". Por eso, reclamaron “eliminar a los intermediarios” y propusieron que “el GCBA directamente transfiera los $1.575 a cada familia. Se eliminan los intermediarios y las familias van a poder duplicar la cantidad de alimentos que reciben actualmente”. Hubo proyectos presentados en este sentido por la oposición en la Legislatura. En tanto, en la última entrega quincenal de la canasta hubo “numerosas denuncias de que muchos productos no fueron entregados”. Además, el GCBA informó que la entrega de la canasta ahora será mensual. “Nos lleva a pensar que la cantidad de alimentos que reciben las familias disminuirá”, alertaron los denunciantes. “La metodología de entrega no podía continuar del mismo modo (lo veníamos informando a los Ministerios correspondientes) porque no estaban dadas las condiciones de cuidado necesarias para estudiantes ni para trabajadorxs”, informaron. Y contaron: “Por esto, planeamos otra estrategia más cuidadosa con el centro de salud del barrio y con el aval de nuestras autoridades de educación: repartir los bolsones a donde viven nuestrxs estudiantes (hoteles familiares, paradores, ranchadas y barrios del conurbano). Planificación que, con mucho trabajo y esfuerzo, logramos organizar para llevar adelante. Horas antes de que suceda, cambiaron todo: el Ministerio se llevó gran parte de la comida a otro lugar (Polideportivo Martina Céspedes) y avanzó con su ‘plan’ sin planificación ni conocimiento de la comunidad”. Tras el cambio de planes impuesto e inconsulto, denunciaron que en el polideportivo Martina Céspedes se registraron “nuevamente imágenes que lxs maestrxs del Isauro intentamos evitar: personas amontonadas, violentadas y desesperadas por recibir mercadería”. En cambio, bajo el sistema implementado por decisión de la comunidad, hubo “maestrxs repartiendo cuidadosa y amorosamente a lxs estudiantes su comida y los cuadernillos con tareas, hasta las 8 de la noche”. “Además de la violencia del día de hoy por parte del Ministerio, denunciamos que ¡muchxs de nuestrxs estudiantes se quedaron sin su comida!”. |