Argentina
Viernes, 29 marzo 2024
INFORME
23 de julio de 2020

Todos contra Alberto

Propios y extraños lanzaron críticas contra el Jefe de Estado en las últimas semanas. La impronta dialoguista con sectores de la oposición y empresariales lo dejaron en el ojo de la tormenta. La mirada de los especialistas.

En los últimos días, el presidente Alberto Fernández, se vio envuelto en una lluvia de críticas. Tanto de sectores afines al gobierno del Frente de Todos, como desde la oposición, con Juntos por el Cambio como principal promotor de los reproches. Incluso, entre los oficialistas que levantaron la voz para expresar una señal de malestar, hubo dirigentes con poder territorial y responsabilidad de gestión. 

Por caso, el intendente de Pehuajó y hombre con voz propia en el Instituto Patria, Pablo Zurro, no dudó en marcar el camino. Lo hizo a la par que llovieron cuestionamientos desde el entorno de las Madres de Plaza de Mayo y Hebe de Bonafini; Julio de Vido; y la ex embajadora ante el Reino Unido, Alicia Castro; entre otros.

El alcalde del distrito de la Cuarta Sección electoral lanzó: "Basta, basta de retroceder. Avancemos con nuestras convicciones, avancemos con el cambio que merece el pueblo argentino. No nos dejemos llevar por los multimedios y por esta gente que, en realidad, lo único que representan es al odio. Tenemos que volver a Néstor y continuar lo de Cristina. Tenemos que volver a nuestros principios, con los cuales cambiamos la Argentina". A buen entendedor, pocas palabras, sostiene el dicho popular.

De esa manera, el dirigente kirchnerista puso blanco sobre negro la postura de un sector del Frente de Todos ante las cesiones que el Presidente realizó en los últimos días. La gota que rebalsó el vaso para el ultrakirchnerismo fue la cita del 9 de Julio junto a empresarios y la organización de una reunión individual con JxC ante la negativa de los legisladores a compartir un cónclave con todas las fuerzas del Congreso.

En ese marco, todos los dardos llegaron hasta la figura del Presidente que debió aclarar cada una de las situaciones personalmente. Sin una figura de peso en el Gabinete que se ponga al frente de las balas, Alberto respondió con una carta a Hebe; y sin mencionarlos sentó posición ante las críticas de Castro y Zurro.

Por caso, solamente desde el partido que fundó el ex Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner al poco tiempo de salir de su gobierno, el PARTE, esbozaron una defensa del mandatario. Y lo hicieron en el mismo tono que el líder, con la prioridad en los ejes de la gestión. "Estamos viviendo en un país con un Gobierno al servicio de la gente. La presencia del Estado es prioritaria y eso alivia el pesar que a todos les toca vivir”, lanzó el titular del PARTE en la provincia de Buenos Aires, Hernán Torres Guerrero.

En el otro costado, las críticas viraron en los últimos días a la reforma judicial que el Gobierno anunció que enviará al Congreso. “Atravesamos uno de los momentos más críticos, donde la salud y la economía deberían ser las prioridades a atender y no una reforma judicial y ampliación de la Corte. Esta idea nos recuerda a los peores vicios del kirchnerismo para influir en la justicia y dividir a la sociedad”, lanzaron desde el bloque de diputados bonaerense de JxC.

Antes, el eje se puso en la negociación con la deuda, en los más de 120 días de aislamiento preventivo por la pandemia de coronavirus, en la crisis económica, en las jubilaciones, y varias más.

De esa manera, Alberto transita los días de pandemia entre el fuego amigo y los coletazos de la disputa con la oposición.


La impronta presidencial y los riesgos de liderazgo 

Los cuestionamientos acumulados pusieron en jaque la división de roles en el Frente de Todos y la puja puertas adentro. En ese sentido, el consultor Carlos Germano, remarcó a LaTecla.info que “se están dando más incertidumbre que certezas, eso está jugando muy fuerte y se empieza a horadar la figura presidencial”. 

De esa manera, detalló: “Hay un dato de suma importancia que es la futura convocatoria de la UIA, con la asociación de empresarios argentinos, con sindicalistas, motorizado por Luis Barrionuevo y Gerardo Martínez. En el cual el Estado quedó fuera de la futura reunión, es un dato no menor después de lo que pasó el 9 de julio, con las consecuencias políticas que trajo y las rectificaciones que el Presidente tuvo que dar, o salir a aclarar permanentemente”. 

“Cuando aclaras empezás a mostrar síntomas de debilidad, eso es lo que se está viendo”, liquidó Germano. En ese sentido, subrayó que “indudablemente hay un eje central en la política argentina que es sí el liderazgo es total o si empieza a haber algunos cuestionamientos muy fuertes a su liderazgo. Esto está sobre la superficie y obviamente no es el momento”. 

Así, señaló que “no hay una consolidación de liderazgo del Presidente y se ve en el silencio de gobernadores, de los intendentes, de sindicalistas, no hay nadie que esté saliendo a consolidar un poder del Frente de Todos”.

En tanto, Germano se refirió a la extensa negociación con los acreedores para la reestructuración de la deuda pública. “La figura de la ex Presidenta sigue siendo muy muy importante y eso genera más dudas que certezas. Eso trasciende hacia el Mundo. La negociación con los fondos de inversión, se viene extendiendo y están generando cada vez más presión. El arreglo se hace cada vez más largo. Son efectos de la no consolidación del liderazgo de un Presidente de la República”.

Por su parte, el titular de la consultora Clivajes, Juan Pablo Schinello, consideró que “todas las acciones de gobierno que realizó Alberto Fernández recibe una reacción del entorno, ya sea de la propia coalición gobernante, opositores, opinión pública, formadores de opinión, etc”. En ese sentido, sostuvo que “una vez dirimidas las elecciones, comienza la lucha por el poder de la coalición que gobierna. Hay sectores muy diversos y amplitud de pensamiento: el peronismo, el sector de Alberto, el kirchnerismo, el massismo, el movimiento obrero organizado, las organizaciones sociales y de DDHH, los gobernadores, los intendentes, los partidos progresistas y otros sectores”. 

“Esta heterogeneidad le fue muy útil para obtener el triunfo de octubre, pero es más difícil poder consensuar un objetivo común de gobierno”, subrayó Schinello y explicó que se debe a “que cada uno de los integrantes de la coalición intenta influir en el comportamiento del gobierno, aunque no es imposible encontrar consensos especialmente para un experto como Alberto Fernández”.

Asimismo, el titular de Clivajes destacó que “esta búsqueda de consensos impacta en ambas coaliciones (Todos y Juntos por el Cambio). En las dos hay sectores más dialoguistas y otros más radicalizados”. De esa manera, sostuvo que “seguramente a aquellos más radicalizadas les molesta tener concesiones al adversario político, por lo tanto Alberto tiene que tener cuidado en sus acciones porque está condicionado por su propia coalición”.


La opinión pública, agua en el desierto para el Presidente

A pesar de los cuestionamientos políticos contra las últimas acciones del Presidente, el impacto en la sociedad fue antagónico. Es que, según comentó la titular de Zuban & Córdoba asociados, Paola Zuban, la impronta dialoguista de Alberto Fernández cosecha adeptos entre la opinión pública.

“Alberto Fernández intenta preservar una postura dialoguista y no generar rispideces con la oposición. Frente a los intentos de la oposición de instalar una agenda de falta de institucionalidad, responde con diálogo”, señaló Zuban. Así, remarcó que “esa predisposición a la moderación y al diálogo son las características más valoradas del Presidente por la opinión pública”.

En ese sentido, aseveró que “siempre puede haber algunos pocos que lo interpreten como una debilidad, sobretodo dentro del círculo político. La opinión pública no lo valora como una debilidad, por el contrario, lo ven como una fortaleza que refuerza la capacidad de gestión”. 

“En campaña electoral , las condiciones de fortaleza o debilidad pueden ser tenidos en cuenta, pero en gestión se valora más un carácter negociador”, apuntó Zuban y agregó que “Alberto Fernández hace lo que le reclaman a CFK que no puede hacer”. 

En ese sentido, señaló que no es casualidad que Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta sean los perfiles con mejor aprobación en cada espacio. “Son los que mejor valoración de su imagen tienen a nivel nacional en todas las encuestas, son los perfiles más dialoguistas”, abundó.

Por último, Zuban señaló que #Argentina se ha transformado en un país bicoalicional. Los líderes de cada espacio deben negociar hacia afuera pero también hacia adentro de sus espacios y eso es lo que Alberto Fernández intenta demostrar”.

Similar postura tomó Pablo Romá, titular de la consultora Circuitos, quien señaló a este medio que “la continuidad de la cuarentena y la extensión de la negociación de la deuda genera un desgaste lógico que habilita a distintas presiones. Esas presiones se dan en el marco de pujas por la orientación de la salida de la pandemia. Es decir, la estrategia económica que va a tener el gobierno para reactivar la economía una vez superada la crisis sanitaria”. 

En ese sentido, sostuvo que “esto de alguna manera implica definir quienes van a ser los aliados. Alberto Fernández se sienta con todos los sectores buscando un consenso amplio, sin embargo eso no es una tarea de escape a situaciones conflictivas fundamentalmente por dinámica de la puja distributiva”.

Sin embargo, el titular de Circuitos remarcó que “si bien hoy el desgaste en la opinión pública se expresa con unos puntos menos de imágen positiva, la calificación de la imagen presidencial y la valoración de la gestión siguen siendo altas”.

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