Revista Qué
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La empresa TGLT, se fusionó con la constructora Caputo, en el marco de la causa impulsada por la Asociación Civil Basta De Demoler, el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC) y la Asociación Vecinal Casco Histórico Protege, constató el mismo medio.
En esa área protegida, el gobierno porteño había autorizado a TGLT a construir un edificio de 29,3 metros de altura, en el predio que tiene una superficie de 6.334 metros cuadrados. Altura que excede los límites previstos para las zonas 3c (de 13 metros) y 5c (de 22 metros) del APH1, de acuerdo al Código de Planeamiento vigente en ese momento.
Pese a que desde el gobierno de la Ciudad habían anunciado que la obra estaba autorizada, ahora, la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras de la Ciudad reconoció la falta de la autorización en un documento presentado ante el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 24.
La Justicia porteña recibió la nota del organismo que fiscaliza y controla las obras luego del amparo impulsado por el Consejo Consultivo de la comuna, acompañados por los comuneros del Frente de Todos, Osvaldo Balossi y Agustina Quinteros, ante el juzgado a cargo del magistrado Norberto Brotto para pedir "la nulidad de todos los permisos de obra por el impacto negativo" que el emprendimiento podría ocasionar a la zona.
Los terrenos pertenecen al grupo IRSA, que desde hace una década intenta construir allí un shopping y un conglomerado de departamentos, no se logró concretar ya que, para eso, requiere de un cambio de zonificación de la superficie por parte de una ley de la Legislatura porteña.
En sus cinco intentos, el proyecto de cambio de norma urbana no fue aprobado debido a la falta de los votos necesarios para habilitar un emprendimiento con un tope de 28.000 metros cuadrados para un centro comercial que tendría nueve pisos de altura, cines y un estacionamiento.