El primer magistrado en jurar fue Gonzalo Viña, quien eligió prestar juramento por la tradicional fórmula que involucra a Dios, la Patria y los Santos Evangelios; ante la propia titular del TSJ. En segunda término juró, José Raúl Béguelin, quien se comprometió ante el pueblo de la Ciudad. En tercer lugar pasó al frente Rocío M. López Di Muro, quien juró frente a la presidenta del máximo tribunal. En cuarto lugar fue el turno de María C. De Paoli, quien juró por Dios, la Patria y los Santos Evangelios. Entre los hombres, el último en pasar al estrado fue Alejandro Villanueva, quien eligió jurar por Dios, la Patria y el pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, ante la presidenta del máximo tribunal. En diálogo con iJudicial, el flamante juez señaló que «es un día muy emotivo para mí en lo personal, luego de haber transitado casi 20 años de carrera, lograr la magistratura, en un año tan particular como este, me llena de alegria poder concluir de esta manera». «También vivo el momento institucional del Poder Judicial de la Ciudad que, completando los juzgados penales vacantes profundiza su proceso de autonomía y resulta vital de cara a la transferencia de las competencias restantes que aun permanecen bajo la órbita del fuero nacional ordinario», completó Villanueva. Finalmente, la presidenta del TSJ porteño tomó juramento a Natalia Ohman, quien eligió hacerlo «ante el pueblo de la Ciudad de Buenos Aires». |