Esta iniciativa surgió de las demandas de los trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular que son quienes realizan tareas de cuidado comunitarias esenciales en los barrios populares, como la atención alimentaria en comedores y merenderos, donde se ha multiplicado la asistencia durante el último año; las promotoras de salud, quienes han llevado adelante el plan Detectar en los territorios, han acompañado a las familias durante el aislamiento, han vacunado contra la gripe a personas adultas mayores y quienes seguirán siendo esenciales para que la logística de la vacunación llegue a todos los barrios populares; las promotoras de educación que han sostenido la tan difícil continuidad pedagógica en tiempos de pandemia; las promotoras de ambiente y hábitat que han realizado tareas de limpieza y desinfección en pasillos y en comedores comunitarios. “Estamos en un momento donde estos trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular continúan siendo esenciales. Por eso, entendemos que junto a quienes desarrollan tareas en el ámbito de la salud, de la educación y de las fuerzas de seguridad, también deben ser contemplados como prioritarios para ser vacunados en un primer momento. Así lo ha planteado la UTEP en el plano nacional y en la Ciudad hemos presentamos un proyecto en este sentido; además, se han entablado conversaciones entre las organizaciones sociales y los ministerios de Salud y de Desarrollo Humano y Hábitat para que pronto unas diez mil vacunas sean destinadas a este sector”, manifestó la legisladora Laura Velasco. “Estos trabajadores y trabajadoras que están en los barrios más humildes, donde la pandemia ha golpeado fuerte debido a las condiciones de hacinamiento y donde muchos compañeros y compañeras han perdido la vida a causa de esta enfermedad, hoy continúan realizando esas mismas tareas. Pero para que sigan cuidando tienen que ser cuidados también por el Estado y, por eso deben ser contemplados como trabajadores esenciales para la vacunación contra el COVID-19”, finalizó Velasco. |