Luego de que las clases presenciales se suspendieran el 15 de marzo del año pasado a causa de la pandemia del Coronavirus en todo el mundo, la Ciudad de Buenos Aires –junto a otros tres distritos del país- dio este lunes el puntapié inicial y más de 370 mil chicos volverán a las aulas de forma gradual para llevar a cabo un nuevo ciclo lectivo. No obstante, el gremio docente Ademys convocó a un paro de 72 horas ya que consideró que el protocolo impulsado por el Gobierno porteño es “insuficiente”. Es así que este lunes retomaron la presencialidad cuatro grupos: el nivel maternal, inicial; primer, segundo y tercer grado de primaria; y primer y segundo año de secundaria. A partir de la próxima semana se incorporarán el resto de los cursos de primaria, el 1 de marzo los de secundaria y a partir del 8 volverán las clases para los adultos que busquen finalizar sus estudios. En tanto el nivel superior hará lo propio a partir del 22 de marzo. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, expresó en las redes sociales su alegría por esta vuelta a clases. “Está pasando lo que todos venimos esperando hace muchos meses: ver a los chicos y las chicas entrando a las escuelas para volver a la presencialidad. ¡Qué felicidad!”, afirmó. Al mismo tiempo que la ministra de Educación, Soledad Acuña, expresó que están “felices de recibir a los alumnos y las alumnas con las escuelas abiertas. Después de todo un año aprendiendo a la distancia, confirmamos que las aulas más peligrosas son las que están cerradas” y aprovechó la ocasión para agradecerle a “las familias y los docentes por el diálogo y su inmenso esfuerzo”. No es un regreso sencillo, dado que en cada colegio se deberán implementar un protocolo para evitar la propagación del virus: se deberá mantener una distancia de un metro y medio, la utilización de barbijo en todo momento, recreos escalonados y rápida acción ante un caso sospechoso. Sin embargo, el gremio docente Ademys consideró que estas medidas no son suficientes y convocó a un paro por 72 horas por dos motivos: consideraron que el protocolo es “insuficiente” y la falta de acuerdos vinculados a los reclamos salariales que vienen realizando desde el año pasado. “Que el salario mínimo de los docentes en CABA no sea menor a los 55.000 pesos, en línea con lo que cuesta una canasta mínima de alimentos”, exigieron desde el sindicato. |