Los rescatistas que trabajaban en medio de los escombros de los edificios que se desmoronaron producto de los terremotos que azotaron a Siria, fueron testigos de un hecho increíble cuando se toparon con el escenario de una beba recién nacida, aún unida mediante el cordón umbilical a su madre que se encontraba sin vida.
El edificio de cuatro plantas estaba ubicado en Jindires, al noroeste de Siria. Al encontrarla, cortaron el cordón, la cubrieron con una manta y la trasladaron al hospital, donde fue puesta en una incubadora y se le administró vitamina porque había estado demasiado tiempo sin ser alimentada.
La beba que pesó 3.175 kg, fue la única sobreviviente de la familia, ya que no sólo su mamá murió en el derrumbe, sino también su padre, sus cuatro hermanos y su tía. Se estima que nació siete horas después del sismo, según indicó el doctor Hani Maaruf. |