El electo diputado nacional por la Ciudad, con genes radicales, y que se encuentra alineado a Cambiemos, analiza la interna del partido en la CABA y critica a la conducción, a Lousteau y al frente Evolución. Las reformas que implementará el Gobierno y su nuevo rol en el Congreso.
Facundo Suárez Lastra, histórico dirigente radical y exintendente porteño durante la presidencia del Raúl Alfonsín, que actualmente se desempeña como secretario ejecutivo en la Comisión Consultiva del Área Metropolitana de Buenos Aires, y que asumirá como diputado, abrió las puertas de su oficina a Qué para hablar sobre política y sobre la interna que vive el radicalismo en la Ciudad de Buenos Aires.
-Hubo un triunfo contundente de Vamos Juntos en la Ciudad, ¿qué expresan los resultados de las últimas elecciones?
-Me parece que lo que está expresando Cambiemos es una voluntad de cambio y modernización de la República Argentina. Una mirada crítica, una forma de desarrollo de un país que parece agotado e incapaz de resolver los principales problemas de nuestro pueblo.
-¿Cuáles son los principales problemas?
-Somos el único país de Latinoamérica que fracasó en disminuir la pobreza en los últimos 15 años. Creo que muchísimos argentinos percibieron que ese modelo está agotado, y ven en Cambiemos la expectativa de una modernización, de un proyecto que cambia las cosas hacia el futuro, y están dispuestos a acompañarnos,
a pesar de que hayan tenido que hacer sacrificios.
-Es diputado electo, ¿cómo ve el Congreso a partir del 10 de diciembre?
-Lo veo como un lugar muy importante, porque se ha propuesto una serie de reformas estructurales en la Argentina, y todas van a requerir tratamiento parlamentario. Entonces, me entusiasma mucho que el Congreso que viene sea un Congreso con un papel muy importante en la transformación que se viene en Argentina.
-Pero Cambiemos no tiene mayoría propia...
-A pesar del triunfo electoral y del gran apoyo popular que tiene Cambiemos, no tiene mayorías suficientes, ni tiene mayorías propias, lo que nos obligará a establecer diálogo, tema por tema, con las demás fuerzas políticas que integran el Congreso.
-¿Lo ve como una dificultad?
-Si bien es una dificultad, termina siendo bueno porque, si es que queremos reformas estables que expresen la voluntad de avanzar en el conjunto de la sociedad, hacer un es-fuerzo para encontrar los consensos va a dotar a esas medidas en mayor capacidad transformadora.
-¿Qué proyectos tiene en mente?
-Mi perfil tiene que ver con procurar volcar mi experiencia personal en la vida pública. A pesar de que nunca fui diputado, son muchos años de experiencia que me invitan o me estimulan para tener una mirada muy atenta a las reformas que se van a plantear.
-¿Cuál es su postura sobre las reformas que planteará el Gobierno?
-Las reformas previsional, laboral y tributaria requieren una perspectiva en su desarrollo y en su análisis, así que considero que la perspectiva liberal, republicana y socialdemócrata del radicalismo debe estar presente a la hora de configurar las propuestas que se desarrollen.
-¿Por qué no se logró formar Cambiemos en la Ciudad?
-Por una conducción equivocada, una conducción local que no vio lo que vemos los radicales en toda la Argentina, y muchísimos en la Ciudad de Buenos Aires. Creo que ellos privilegiaron la construcción de un poder, con un dirigente que era atractivo hasta que no paró de cometer errores.
-¿A qué dirigente se refiere?
-A (Martín) Lousteau, un dirigente degradado por su propia impericia y por los errores que fue cometiendo.
-¿Cómo evalúa la conducción del radicalismo en la Ciudad?
-La conducción del radicalismo en la Ciudad de Buenos Aires ha hecho que el radicalismo parezca perdido en una isla. El país marcha en un sentido, la votación general del país marcha en un sentido, y el radicalismo en toda la República Argentina marcha en un sentido; y ellos insisten en que son la mejor posibilidad de mejor gobierno en la Ciudad, frente a Rodríguez Larreta, con Martín Lousteau.
-¿Cuáles son las principales diferencias que tienen los “Radicales en Cambiemos” con Evolución?
-El compromiso con la integración con la Coalición Cívica y con el PRO, en ser protagonistas principales de este esfuerzo de cambio en Argentina. Creo que los radicales que apoyan a Lousteau lo único que miran es poder ganar la elección en la Ciudad.
-¿Considera que llevan a cabo estrategias que no dan resultados?
-El radicalismo de la Ciudad hace cuatro elecciones consecutivas que no puede poner un candidato propio encabezando una lista a diputados nacionales, de las cuales dos son del señor (Emiliano) Yacobitti. Y no es solamente por los resultados, porque hay veces que hay que perder muchísimas elecciones, pero no paran de cometer errores, de perder poder y de estar aislados de la corriente principal del radicalismo y de la sociedad argentina en es-te momento.
-Desde la UCR Capital consideran que ustedes son funcionales a Rodríguez Larreta en la estrategia de dejar fuera de camino a Lousteau de cara a 2019...
-Lousteau se dejó afuera él solo porque nunca entró. Para quedar afuera tenés que haber estado adentro, y Lousteau nunca fue de Cambiemos.
-Lousteau aceptó el cargo de embajador que le ofreció el Presidente...
-Lousteau aceptó la Embajada en el entendimiento de que se integraba a Cambiemos y que podría competir; pero, yo personalmente, y los radicales en Cambiemos, le pedimos a la conducción del radicalismo de la Ciudad que no diera la pelea con Lousteau a la cabeza en esta ocasión, que integráramos Cambiemos en la Ciudad. Y así reservar a Lousteau para competir como Jefe de Gobierno en 2019, sin precipitarnos en la elección del 2017, donde necesitábamos fortalecer la propuesta de Cambiemos a nivel nacional. Pero ellos optaron por otro camino.
-Hace poco dijo que la UCR de la Ciudad involucionó, ¿a qué se debe?
-Se arrancó con un candidato que era una revelación (Lousteau), que su mejor elección fue de 18 puntos (en 2015), sin contar que convocó al resto del planeta tierra a votar por él poniendo en riesgo el triunfo de Macri en Nación, que ese fue el acto de mayor irresponsabilidad política en la conducción. La involución tiene que ver con que Lousteau sacó 18 puntos en la primera elección que hizo, y después sacó 13 puntos. Y fue el único que, de las PASO a las generales, perdió un punto. Por eso, la UCR Capital viene en picada, en función de la inconsistencia de su propuesta política.
-¿Qué sensación le dejó haber sido expulsado del radicalismo?
-Me resulta agraviante por un lado, ya que fue por integrar una lista que está de acuerdo con lo que el radicalismo hace en todos lados. Y por otro lado, estoy yendo a integrar el bloque de diputados del radicalismo, y tanto Martín Lousteau como Carla Carrizo han anunciado que no van a integrar el bloque radical, ni tampoco irán al bloque de Cambiemos. Es un sinsentido lo que han hecho, a estos chicos hay que mandarlos a un psicólogo, porque no entienden lo que pasa en el país ni lo que es el radicalismo.
-Desde la UCR Capital señalan que lo ex-pulsaron porque la Carta Orgánica lo expresa muy claro en su capítulo II art. 9.
-No es cierto, mienten. Primero, porque la Carta Orgánica establece, y con razón, que un partido político no permite que sus afiliados se postulen en otras listas cuando compite el propio partido. También establece mecanismos para elegir las alianzas a través de la Convención local, pero no existió ninguna reunión. El radicalismo porteño no hizo ningún acto formal. Entonces, eso invalida que yo esté en un lugar que el radicalismo no eligió. Y por el contrario, que los de Evolución sí estuvieron en un lugar que el radicalismo eligió. Eso no es cierto.
-¿Considera que hubo arbitrariedad?
-Lo que prueba la arbitrariedad es que hay cláusulas que son objetivas. Cuando un dirigente radical no integra, siendo afiliado, los bloques legislativos del propio partido, automáticamente debe cesar en el cargo. Como el caso de Carla Carrizo, que fue elegida diputada y durante dos años integró el bloque Suma+ y no el bloque radical. Y esta misma conducción me echa a mí, que soy recontra radical. No tomó el mismo parámetro con Carrizo, que volvió a ser electa y no va a integrar el bloque radical.
LA NOTA COMPLETA, EN LA EDICIÓN #162 DE REVISTA QUÉ |
