Argentina
Jueves, 28 marzo 2024
COMEDORES ESCOLARES
8 de noviembre de 2018

Con hambre no se aprende

La denuncia de la burocratización en la inscripción online a los comedores escolares de la Ciudad desnuda una política que apunta al recorte de recursos en áreas sensibles de la Educación. Detrás de una alimentación saludable, a los niños se les reducen porciones y no se brinda un reemplazo acorde.

Con hambre no se aprende - Revista Que

La educación pública en la Ciudad suma otro controvertido capítulo en un año cargado de polémicas. El sistema de inscripción online para solicitar las becas para los comedores escolares que implementó el gobierno de Larreta es ahora el centro de fuertes críticas por parte de la comunidad educativa.
 

En esta ocasión acusan al Ministerio de Educación porteño de querer dificultar la posibilidad de que niños, en su mayoría de los barrios más vulnerables, accedan

a almuerzos y viandas escolares. Por disposición de la cartera de Soledad Acuña, el trámite ya no se realiza en las escuelas, pasando ahora a la órbita de los Centros de Gestión y Participación (CGP), que hoy funcionan en las comunas.
 

Con esta modalidad de matriculación se debe completar un formulario online que consta de diez pasos y escanear la documentación que luego se deberá validar en las distintas sedes comunales. Después, las familias de los alumnos deben presentarse ante las autoridades del CGP con los papeles que acrediten identidad de los chicos y certificados de ingresos expedidos por Anses, o declaración jurada para los trabajadores informales.
 

Desde el colectivo “Vacantes para Todos” advirtieron que la situación forma parte de un plan de burocratización que ya viene implementando el Gobierno de la Ciudad y que empezó con la inscripción para los establecimientos educativos a través de internet”. Y agregaron que luego se implantó la misma modalidad para las colonias de verano, y ahora también para el acceso a los comedores y viandas escolares.
 

En diálogo con Qué, Patricia Pines, miembro del mencionado espacio, sostuvo sobre esta situación: “Venimos resistiendo todo lo que es inscripción en sistema online desde sus comienzos, a fines de 2013. Porque entendemos que las personas más perjudicadas con este sistema de inscripción son aquellas que más necesitan de la escuela pública y que más necesitan del plato de comida de los comedores. Son aquellas que no tienen los recursos para acceder a internet, ni el recurso tecnológico, ni el recurso de saber usar las herramientas tecnológicas”.
 

Pines reconoció que la implementación de este sistema de inscripción “va a significar un recorte de las becas”. Y agregó que “hasta ahora, el trámite siempre se hacía en las escuelas, donde las familias podían llevar la documentación, y había un número de becas que la escuela podía asignar, pero ya no es más así. Y con la presentación de la documentación en los CGP se burocratiza el trámite”.
 

Padres, docentes y directivos coincidieron en que el nuevo sistema de inscripción complica a las familias de mayor vulnerabilidad y que “claramente apunta a que ha-ya menos personas que puedan acceder al beneficio”.
 

Jorge Adaro, quien además de ser docente de grado es secretario general del gremio Ademys, dijo que el tema de los comedores “hay que inscribirlo en una política de ajuste”.
 

Y denunció que en las escuelas, con la excusa de la “alimentación saludable”, el Gobierno de la Ciudad redujo, en calidad y cantidad, la comida que se brinda a los alumnos.
 

El gremio docente denunció que la reducción en el número de raciones se realiza a través de auditorías que, durante tres días seguidos, controlan el presentismo de los niños para ajustar la cantidad de porciones al promedio. Y citaron el ejemplo de la Escuela 19 de Villa Soldati, donde hubo una reducción de casi 100 viandas sobre 705 alumnos.
 

“En un momento de gran ajuste sobre la población, esta reducción de raciones repercute sobre los sectores más afectados por el ajuste. Estamos hablando de los barrios de la periferia de la Capital, sobre todo, los barrios del sur”, sostuvo Adaro.

Días atrás, la ministra Soledad Acuña defendió ante los legisladores porteños el Presupuesto 2019 para su cartera. Para el año que viene, Educación contará con 55.641 millones de pesos para afrontar lo que se estima será un complicadísimo período de recesión de la economía argentina.

Desde la izquierda alertaron que en 2019, la Ciudad haría un recorte de 5 millones de raciones en las escuelas del distrito, según lo analizado en el presupuesto presentado por Acuña.

 

La profundización de la crisis ya golpea a los sitios de primera contención, como las escuelas. De acuerdo a testimonios de docentes que dan clases en la zona sur de la Ciudad, la situación es crítica.
 

“Hay pibes que se desmayan del hambre. No es joda”, apuntaron en tal sentido.

Y agregaron que “hay niños que en la escuela reciben el único plato de comida o el único vaso de leche que van a tener en todo el día. Luego, desde que se van de la escuela a la tarde, tal vez hasta el otro día a la mañana, que le vuelven a servir el vaso de leche, ese pibe está sin comer”, relataron trabajadores de la educación.
 

Desde Ademys expresaron que en materia educativa, el Gobierno “tiene toda una fantasía de poder demostrar cómo avanza la incorporación de elementos tecnológicos, las reformas, es decir, una escuela exitosa. Lo otro no cuenta”. Y finalizaron diciendo que “estamos entrando en la fase de ajuste más brutal, que es reducir directamente la cantidad de niños y niñas que hoy comen”.

 

Alerta por el cierre de maternales

 

Una semana atrás, el Gobierno de Larreta anunció el cierre del lactario -que contempla a bebés de entre 45 días y un año- en la Escuela Infantil N° 6, que funciona en el hospital Ramos Mejía. Según el plan oficial, para 2021 está programado el traslado definitivo de todos los niños del Ramos a otro edificio, en Once, donde no habrá lactario ni sala de 1 y 2 años.

Ya se disparó la alerta y los trabajadores hablan de “cierre encubierto”, en lugar de traslado. Se perderían 170 vacantes.

El otro punto de conflicto es que 9 docentes pasarán a disponibilidad. Ya hay denuncias de que parte de Educación Inicial pasa a la órbita de los Centros de Primera Infancia, dependientes de Desarrollo Social.

 

 

Congelamiento del sistema público

 

En comunicación con Qué, la exlegisladora y docente Laura Marrone opinó sobre distintos aspectos de la política educativa de la gestión porteña.

Con respecto al tema del recorte de las becas para comedores escolares, Marrone sostuvo que “en un afán de modernización, el Gobierno implementa un sistema que excluye a los sectores más vulnerables”.

Sobre las vacantes, la exdiputada de la Izquierda Socialista señaló que “sigue el mismo problema, eso es gravísimo. No tuvo resolución este año, ni lo va a tener en el año que viene. No solamente faltan para el nivel inicial, hay un faltante de vacantes también para los niveles primario y medio”.

Marrone finalizó: “No es un problema de presupuesto, es un problema de política educativa. Tienen congelado al sistema público de educación”.

 

 

En educación, el Gobierno de Larreta va contra todos

 

Si bien Horacio Rodríguez Larreta tiene un perfil que lo lleva a evitar la confrontación, en materia educativa se ha mostrado proclive a plantear temas conflictivos que lo tienen enfrentado con numerosos enemigos.

Más allá del tema del recorte en comedores escolares y viandas, el jefe de Gobierno sigue firme con su idea de implementar la Universidad de Formación Docente, más conocida como UniCABA. Este hecho lo llevó a estar enfrentado a la comunidad educativa que defiende a los 29 profesorados que corren peligro de cierre.

El fin por decreto de la paritaria docente, la “Secundaria del Futuro”, la falta de vacantes y el escaso avance en infraestructura escolar son cuestiones de confrontación permanente.

 

 

Más dinero para las privadas

 

Como contrapartida a las múltiples denuncias por la evidente decadencia de la educación pública en Ciudad, Larreta continúa aumentando los subsidios a la educación privada.

Para el próximo ejercicio, la subvención a los privados representará el 16,1% en el Presupuesto educativo.

En 2012, la asistencia alcanzaba el 14,5%; en la actualidad, los estudiantes de escuelas privadas en el ámbito capitalino representan el 50% del total (uno de cada dos); mientras que en el resto del país, el número promedio es de 20%. En tanto, los secundarios privados, directamente tienen más alumnos que los colegios públicos.

 

 

Prioridad, no variable de ajuste

 

Mariano Recalde, legislador de Unidad Ciudadana (UC), en diálogo con Qué dijo que tras la presentación del nuevo menú escolar saludable “Chau Paneras” se ha constatado “que no sólo no reemplazaron el pan por frutas y verduras, como prometieron, sino que aplicaron un feroz ajuste, enviando viandas más chicas y de peor calidad. Los docentes y las cooperadoras de las escuelas públicas de la Ciudad denuncian que también sacaron la carne, que hay graves fallas en la higiene y que la comida realmente no alcanza”.

“Desde UC presentamos tres pedidos de informes para que Larreta explique estas modificaciones en el menú. También para saber qué controles se están haciendo sobre los proveedores y si hubo sanciones en los casos de incumplimiento. La alimentación de los chicos debe ser un tema prioritario para el Gobierno y no una variable del ajuste”, finalizó el diputado Recalde.

LA NOTA COMPLETA EN LA EDICIÓN #213 DE REVISTA QUÉ

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