Pero el anuncio del mandamás capitalino no fue recibido más que con repudio por parte de la comunidad educativa, que, con una ma-siva movilización bajo el lema “No al 29x1”, generó que Larreta, por pedido de sus legisladores, no tuviera más alternativa que poner en stand by la propuesta. Pero esta vez, y con el trabajo de cinco meses de la comisión de Educación, que preside Maximiliano Ferraro en la Legislatura porteña, se creó un nuevo “proyecto/borrador”, que el propio parlamentario de Vamos Juntos hizo público. Ahora, según los fundamentos de la nueva iniciativa, coexistirán los profesorados públicos porteños y los de gestión privada con la Universidad Docente. Es que el titular del Ejecutivo porteño no dará el brazo a torcer y está dispuesto a sancionar la norma sólo con los votos de sus legisladores. Ferraro, quien se hizo cargo del flamante paper, habló con Revista Qué y explicó “la importancia del nuevo borrador, que tiene que ver con la formación de una nueva institucionalidad, que es la universidad”; y resaltó que la institución “estará vinculada al sistema de formación docente que se lleva adelante a través de los institutos de formación, que son 29 estatales y alrededor de 44 de gestión privada”. Pero Patricia Simeone, miembro del Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal de la Ciudad, rectora del Joaquín V. González y una de las caras más visibles en la postura de “no a la UniCABA”, contó a este medio que la nueva iniciativa “arrastra cosas del primer proyecto, como la creación de una universidad en un contexto de desfinanciamiento de las universidades”; y agregó que va a estar en convivencia con los 29 institutos. Es decir que “no cierran los profesorados por ley, pero pensamos que la gran diferencia entre el primero y el segundo (proyecto) es que el primero era una muerte súbita con la eliminación total de las instituciones, mientras que con el segundo va a ser una muerte gradual y lenta de los institutos”. La reconocida educadora dijo que el Gobierno porteño “hace uso de la ma-yoría absoluta en la Ciudad; entonces empezaron con un recorte económico en la formación docente”; consideró que “la creación de una ‘universidad’ le llegaría a toda la ciudadanía como un eslogan marketinero para futuras elecciones”; y resaltó que al nuevo proyecto “le falta la coherencia y cohesión que un proyecto de ley requiere”. Pero, a pedido de Larreta, el oficialismo insistirá en poner en debate la formación docente y su jerarquización. “Es una oportunidad histórica que no se puede desaprovechar, porque se trata de políticas fundamentales para construir un sistema educativo basado en los principios de calidad y equidad”, dijeron desde Vamos Juntos. Más allá de la convicción oficialista de avanzar con la creación de una “ley de la formación docente del sistema educativo de la Ciudad y creación de la UniCABA”, los ocho bloques de la oposición que componen el Parlamento afirmaron a este medio que no están a favor de la iniciativa, ni siquiera los aliados políticos de Evolución; y coincidieron en que se trata de una “muerte lenta” de los Institutos de Formación Docente. Para la vicepresidenta de la comisión de Educación, Lorena Pokoik, lo que el nuevo proyecto plantea “es la modificación de todo el sistema formador y, en el marco de esa reforma, la creación de la UniCABA”. Entonces “legitima la intervención de los institutos de formación, porque plantea la coexistencia y la UniCABA podrá dictar las mismas carreras que los 29 profesorados; lo cual denomino un proceso de muerte lenta, porque desfinancia esas instituciones”. Además resaltó que “no queda claro su financiamiento”. En sintonía con Simeone, Pokoik consideró que la UniCABA se da “en medio de una crisis de emergencia del sistema educativo, enmarcada en una crisis económica nacional”. Por su parte, Ferraro aseguró que están abiertos al diálogo y a recibir propuestas, pero “lamentablemente, respetando las posiciones políticas que hemos escuchado hasta ahora, solamente recibimos críticas y ninguna propuesta para mejorar la formación docente en la Ciudad”. Lo que sí está claro es que el oficialismo por-teño, sin haber podido lograr consensos, utilizará la mayoría en el recinto -cuenta con 34 legisladores- para aprobar una ley, -a fines de septiembre, principios de octubre-, rechazada por parte de todos los sectores de la comunidad educativa. Un nuevo órgano evaluador Una de las principales críticas que se hacen al proyecto enviado por el oficialismo es que crea un órgano evaluador que incluye la acreditación y registro -una especie de CONEAU-, pero la Ciudad ya tiene un Instituto de la Evaluación de la Calidad, que actualmente no funciona “por decisión del Gobierno”, según dijeron a Qué. Entonces, con la iniciativa oficialista crean un nuevo órgano evaluador que, a diferencia del que existe y no funciona, es punitivo, es decir que solamente lo integrará el Ejecutivo. Además puede presentar evaluadores externos, y a partir de ahí surge un sistema de acreditación de la evaluación de la calidad y de la información que irán obteniendo, lo que les permitirá poder decidir si alguno de los 29 institutos funciona o no de acuerdo a los estándares de calidad que obtengan. Estarán enmarcados en los parámetros que establece el Consejo Federal de Educación. El contexto nacional no ayuda Desde la oposición se mantienen escépticos de que el Gobierno pueda tener capacidad de escucharlos; y remarcan que la discusión del proyecto se daba cuando el Estado a nivel nacional conservaba ciertos organismos. “Por lo que ahora está todo mucho más claro para qué quieren educar y qué perfil de estudiantes o de futuros profesionales requiere el mercado en la lógica que ellos piensan como desarrollo de país”, anticipan. Las cartas sobre la mesa Según el presidente de la comisión de Educación, Maximiliano Ferraro, la propuesta está en manos de todos los bloques parlamentarios y de los distintos actores que participan del debate. “Continuaremos dialogando y reuniéndonos institucionalmente con los actores involucrados, y estamos abiertos a recibir y escuchar propuestas enriquecedoras”, dijo el ‘lilito’. Explicó que la nueva propuesta “no sólo no mejora las condiciones que la comunidad educativa venía reclamando”, sino que “lo empeora, porque lo que plantea es la modificación de todo el sistema formador y, en el marco de esa reforma, la creación de la universidad”. Para la legisladora K, la iniciativa se enmarca en un proceso de reforma de toda la educación nacional a pedido de organismos externos, y está “profundamente vinculada con el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, porque está dentro de las recomendaciones que le pide al Estado nacional como contrapartida de la educación al servicio del mercado”. |