El paro de los residentes en la ciudad de Buenos Aires, al que se sumaron médicos del sector privado, se hizo sentir en las calles porteñas. La protesta es en rechazo a la ley que regula y precariza su actividad, aprobada en la Legislatura, en medio de protestas y represión policial. "Sin residentes no hay salud de calidad. Sin formación médica no hay futuro. Detona el sistema de salud. Reprimir a médicos que reclaman sus derechos es atentar a futuro", expresó el médico cardiólogo Jorge Tartaglione, en solidaridad con los manifestantes.
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