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Martes, 14 mayo 2024
HOSPITALES PUBLICOS
26 de julio de 2018

En terapia intensiva

Dos graves accidentes con ascensores en el hospital Durand evidencian la crisis que atraviesan los nosocomios porteños. Trabajadores, gremios y especialistas coinciden en la idea del vaciamiento por parte del Gobierno de Rodríguez Larreta. Tensión por el proyecto Complejo Hospitalario Sur.

En terapia intensiva - Revista Que

El sistema de salud pública de la Ciudad está atravesando un mo-mento crítico. Hace unos días, dos graves accidentes en el hospital Durand pudieron terminar en tragedia. Dos médicos debieron ser rescatados por bomberos y empleados luego de que se desfondó el piso del ascensor en el que se trasladaban. Un día antes, un paciente cayó por el hueco de otro elevador, y sufrió una fractura en una de las rodillas. 

Esos casos serían anecdóticos si no fue-ran parte de una realidad durísima: el evidente deterioro de un sistema sanita-rio que fue orgullo en otros tiempos. Qué tomó contacto con los protagonistas del ámbito de la Salud porteña, quienes ofrecieron distintas miradas respecto de la compleja situación.

Luego de los accidentes, los trabajadores del hospital Carlos Gervasio Durand reconocieron estar “muy preocupados” por las condiciones edilicias. Luis Ortiz, delegado de ATE en el centro asistencial, relató que “por suerte no fue una tragedia. Los ascensores que hay en el hospital no se encuentran habilitados por el Gobierno de la Ciudad. Y el mantenimiento que tie-nen, evidentemente, no es el correcto”. 

Consultado acerca de si la administración Larreta conoce los problemas, Ortiz agregó que “el Gobierno está al tanto de la situación. Días atrás tuvimos una reunión con un funcionario del Gobierno de la Ciudad, que depende de Recursos Físicos del ministerio de Salud, donde reconoció que los ascensores no están habilitados. Inclusive lo reconoció la directora del hospital” (NdR: Dra. Alicia Fernández Alonso).

Desde el ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad informaron a este medio que la firma Javier Segurola AS es la responsable del mantenimiento de los ascensores del Durand. Desde la empresa aseguraron que en ambos hechos, la responsabilidad les cupo a los usuarios del ascensor, ya que “forzaron la puerta”, deslindándose así de cualquier culpa. Agregaron que siguen investigando los sucesos. Ante la acusación, trabajadores del Durand respondieron que “vienen los funcionarios y nos dicen que nosotros o alguien ‘barreteó’ la puerta. Una co-sa de locos: nos acusan a nosotros y a los pacientes”.

Por otra parte, desde el Gobierno porteño mencionaron otro hecho con un ascensor del hospital oftalmológico Santa Lucía. Según relataron fuentes oficiales, mientras se realizaba el mantenimiento de uno de los elevadores encontraron un perno que había sido sacado adrede de su sitio, dando lugar a la sospecha de un posible sabotaje. 

La cartera que conduce la ministra Ana Bou Pérez informó a este medio que cada hospital cuenta con un fiscal de mantenimiento, quien debe elevar los diferentes problemas edilicios (eléctricos, gas, etcétera) que pueda tener el hospital para que la empresa, o la Dirección General de Recursos Físicos en Salud, evalúe y resuelva el inconveniente a la mayor brevedad posible.Desde el ministerio agregaron que cada hospital cuenta con un bioingeniero para análisis y evaluación del equipamiento médico, como así también para la proyección de adquisición para el reemplazo de aquel equipo que tenga un próximo fin de vida útil.

En conversación con Qué, Virginia Cunzolo, secretaria gremial de la Asociación de Profesionales de Servicio Social del Gobierno de la Ciudad (APSS), indicó que “lo del Durand no fue el primer evento, para nada. Esto sucede todos los días en los distintos hospitales de la Ciudad, y tiene que ver con el crónico desfinanciamiento que sufre la salud pública”.

La representante de los trabajadores sociales del Estado apuntó a una intenciona-lidad política por la situación que se vive en el ámbito sanitario: “Es un desabastecimiento decidido. Esto no tiene ver con una falta real de recursos”. Y añadió que “no falta dinero para sostener a la salud pública, sino que tiene que ver con una asignación deficiente al sistema público de salud, el cual va generando un deterioro cada vez más acumulativo en los distintos edificios, que, en general, tienen siglos”.

Cunzolo admitió que la situación de deterioro “pasa todo el tiempo, en todos los hospitales”. Amplió diciendo que, en recorridas por los nosocomios, los trabajadores sociales ven puertas y camas rotas, y salas cerradas porque se vienen abajo. También expresó que no hay ca-lefacción en invierno en las salas de internación, dond e hay personas con sus sistemas inmunológicos debilitados.

Los trabajadores denunciaron una “política cosmética”. Así in-dicaron que “se pintan las salas de internación o se refacciona alguna cosa muy exterior”. Pero marcaron que en cuanto a lo que tiene que ver con el real funcionamiento de las estructuras edilicias hospitalarias y lo que afecta a la atención de la población, eso no se arregla ni se soluciona. “Simplemente se pintan las fachadas, para que se vean más lindos desde afuera”, graficó una de las trabajadoras.

Otra fuerte denuncia tiene como epicentro al hospital Tornú. Los profesionales de la salud que allí trabajan denunciaron que no tienen agua desde principios de junio. El doctor Gabriel Rosenstein, médico clínico de la guardia del Tornú, también dialogó con Qué. El galeno advirtió que “la Cobertura Uni-versal de Salud (CUS) tiene como fi-nalidad derivar a prestadores privados a muchos pacientes, que hoy se atienden en el ámbito público, y que el Estado les pague a los privados”.

Además dijo que “la iniciativa oficial es para que el Gobierno haga “negocios con sus amigos”.El profesional remarcó que hay una intención de vaciar la salud pública. Rosens-tein repitió que el objetivo de la CUS es “derivar a toda la demanda pública a sectores privados con fondos estata-les. Para llegar a esta situación, lo que tienen que hacer es ir achicando y vaciando el sistema público, para que no pueda dar respuestas”.

El GCBA afirma estar realizando las obras
Ante las preguntas de Qué, desde el ministerio de Salud de CABA dijeron: “Muchos de nuestros hospitales son centenarios, por esa razón, continuamente, realizamos obras de remodelación, mantenimiento y equipamiento en los hospitales”. Remodelación de las guardias de los nosocomios, incorporación de recursos humanos, mejoras de seguridad y optimización de procesos y sistemas de información son algunas acciones que realiza la cartera de la ministra Ana Bou Pérez. “Actualmente trabajamos en varias obras, como la remodelación de los quirófanos del hospital Ramos Mejía, la reestructuración y remodelación de la guardia pediátrica del hospital Piñero y la remodelación y ampliación integral del servicio de imágenes del hospital Penna, entre otros”, afirmaron en Salud. Sobre la falta de abastecimiento de agua en el Tornú, desde el GCBA dijeron que “se registró un problema de provisión y presión del agua. Actualmente se está realizando una obra sanitaria para cambiar la toma de entrada del agua, todos los conductos y la llegada del agua al tanque principal que distribuye el agua a los distintos pabellones”.

Salud desfinanciada “por goteo”
El doctor Daniel Gollán dialogó con Qué sobre el estado de la salud pública en la Ciudad. El exministro de Salud de Cristina Kirchner sostuvo que “todos los datos demuestran un progresivo achicamiento de la estructura hospitalaria en la Ciudad y, a nivel de infraestructura, hay una desinversión manifiesta”.Agregó que “cuando uno recorre cualquiera de los hospitales, que son muy antiguos, no tienen un correlato de mantenimiento, ni tampoco se han hecho grandes inversiones en obras nuevas”.

El exfuncionario planteó que hay una política de salud cos-mética: “Lo que se ve por fue-ra es una inversión en mantenimiento de las fachadas exteriores y no se ve en el interior inversión profunda en infraestructura. Y realmente, los hospitales están con se-rios problemas de estructura”. Gollán habló de un desfinanciamiento “por goteo”, es decir, forzar la privatización de la salud a partir del retiro del Estado en el financiamiento de la salud pública, prestada por él, y el desfi-nanciamiento de las obras sociales.

La “década perdida” en materia de salud
La fundación Soberanía Sanitaria reveló un dato preocupante: la pérdida en materia de atención médica del sistema de salud porteño. Un informe del centro mostró cómo fueron evolucionando una serie de parámetros respecto del tema de los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires. En los últimos diez años se perdió el equivalente a dos hospitales en cantidad de camas disponibles. Progresivamente, “unas 900 camas se fueron perdiendo por servicios que se cierran, se discontinúan o que no tienen capacidad de atención”, informó la fundacion.


 

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