Como contó Revista Qué en un informe llamado "Un derroche olímpico", el gigantesco evento deportivo mundial, que tuvo como sede principal una de las zonas más postergadas del territorio capitalino (Comuna 8) se devoró cifras colosales. Se destinó un presupuesto inicial de 450 millones de dólares, pero costó más de lo previsto, debido a la suba de la moneda extranjera, que impactó fuerte en el país. Además, como es habitual en el Gobierno de CABA, varias de las empresas que ganaron licitaciones, o que se beneficiaron a través de contrataciones directas, tuvieron relación con el Gobierno de Mauricio Macri o fueron aportantes de campaña del PRO. Las obras de la Villa Olímpica fueron estimadas, en febrero de 2016, en $ 2.000.000.000, y aumentaron en 2017 un 73% en términos nominales, lo que significó un gasto final de $ 3.461.971.314. El mayor precio fue para la construcción del Pabellón C (donde se hizo el natatorio), tarea que el Estado evaluó en $504.736.585 y fue otorgada a Niro Construcciones S.A. por $ 508.091.151. Su presidente, Lucio Niro, aportó 500 mil pesos a la campaña de Cambiemos en 2015, en conjunto con Riva S.A., que construyó tres metrobuses. La piscina la hizo (por sugerencia de la organización) Myrtha Pool, empresa italiana, pese a que AstralPool ofrecía una propuesta 30% más económica y con el mismo nivel de excelencia. Orlando Moccagatta, exsubsecretario de Deportes (removido del cargo), fue representante comercial de Myrtha Pool en Argentina. |